nicolás campodonico

El encargo para el edificio Santa Fe, buscaba configurar la mayor cantidad de departamentos pequeños de un dormitorio que fueran posibles, aprovechando la condición (derivada de su lote en esquina) de tres fachadas hábiles para iluminar y ventilar. También derivado del lote y su orientación era el hecho de que la fachada más extensa (20 metros de desarrollo) iba a estar sometida a orientación oeste, con una gran incidencia solar y por ende una excesiva carga térmica la mayor parte del año. También la preexistencia de un parque y la calle principal en el frente sur fue determinante en la organización. En estas condiciones el proyecto se organiza para maximizar la relación de las unidades con el exterior, aprovechando el parque y las buenas orientaciones, y trabajando las orientaciones desfavorables para asegurar el confort.

El edificio se materializa conformando una “doble piel” ventilada de Hormigón armado estructural, con múltiples propósitos. Por un lado, esta piel es envolvente y expresión, por otro alberga los espacios semicubiertos de las unidades (balcones) y finalmente es el dispositivo encargado de interactuar con las distintas orientaciones. Al norte, esta piel contiene unos generosos aleros horizontales; al Oeste y al Sur, se conforman una serie de pantallas verticales que van variando sus niveles para funcionar por momentos como baranda de los balcones y en los vacíos como parasoles verticales para las ventanas del piso inferior. Esta estructura que recorre casi 30 metros en dos frentes posee 1,35 m de altura, conformando el 50 % de las fachadas que protege. De esta forma se logra reducir a la mitad la incidencia solar directa sobre los paramentos, ya que la otra mitad impacta sobre este dispositivo. Alternándose con los balcones van surgiendo vacíos, que además de separar funcionalmente los balcones de las unidades, funcionan como chimeneas de aire caliente convectivo que disipan el calor absorbido por los parasoles y parapetos. Finalmente, el paramento posee un muro más en el interior separado por una cámara de aire y aislación térmica. Este conjunto de operaciones sumado a que la totalidad de los ambientes iluminan y ventilan naturalmente garantizan un alto grado de confort en las unidades.

El proyecto se relaciona a una serie de edificios de similar altura ya construidos por la calle principal, y a partir de la continuidad de su fachada asume el desafío de la esquina como pieza urbana. Durante el día la piel exterior resplandece por la luz del sol en contraste con las sombras que genera y por la noche, la retroiluminación invierte la percepción de luces y sombras.